UN "NO" ROTUNDO

¿Hay algo más feo ke esperar algo con muchas ilusiones y/o expectativoas y después escuchar kel otro lado un rotundo "¡no!". Por lo menos para mí no hay algo mas feo ke eso.

Quizas por mi ansiedad, quizas mi sensibilidad, mi posesividad con las personas y las cosas, no lo sé.

Pero lo que puedo reconocer es que eso me baja, altera mi estado de ánimo. me desestrutura el día, la vida en ese pequeño momento, o en ese gran momento de escuchar el "maldito NO".

Con esto no quiero decir ke ahora me sienta mal a pesar de ke haya escuchado aquel, a mi parecer "rotundo no". Aquel "no" ke le da título a este post.

Pero ké barbaro!, una palabra tan corta, tan mínima, tan pequeña, ke para mí signifique tanto y sea tan poderosaaaaaAAA!!. Solo cuando me la dicen -porke recordemos ke en Florencialandia esa palabra no existe, no se usa, o no se la recuerda nunca como formadora del lenguaje cotidiano-, me doy cuenta ke UN NO ES UN NO, pero para mí es otra cosa. Para mí, un "no" trae una carga enorme por detras, trae una carga, ke "me descarga". Descarga mis pilas, (sería como dos imanes ke se repelen el uno con el otro). Me tira hacia abajo, empuja mi vida hacia otros paraísos, o hacia otros infiernos, mejor dicho.

¿Tan importante es para mí esa palabra? ¿o todo lo contrario, ni siquiera la persigo?.

La cuestión acá es ke dí en llamar al simple "no" de otra manera... a saber: "ROTUNDO NO".

Pero NO significa mucho para mí, (véase aquí la paradoja). Aque inteligente va a saber entenderla, y el ke me conoce verdaderamente también.

Me jui.